Existe un dicho “llevarse como perro y el gato” para definir una mala relación en la que saltan chispas, pero el ejemplo de usar al perro y al gato hoy en día ya que queda completamente desmentido. Por que respondiendo a la pregunta que planteamos, la respuesta es si, claro que pueden vivir juntos y llevarse estupendamente bien.
Pero para ello es necesario conocer bien a nuestras mascotas ya que cada animal tiene su propia personalidad y costumbres. A continuación veremos las pautas generales de comportamiento de ambas especies y al final de este post os daremos algunas claves para que esa convivencia sea idílica.
¿Es el gato arisco y poco sociable?
No tiene por que ser así, es bien cierto que su carácter y comportamiento no se puede asemejar al de un perro ya que estos son altamente sociables. Los gatos suelen ser animales solitarios por naturaleza, pero si se les cría desde pequeñitos desarrollan una gran confianza con el humano pudiendo llegar a ser muy cariñosos y juguetones, quizás un gato adulto puede que sea mas difícil de sociabilizar, ya que dependerá mucho de lo que el minino haya aprendido a lo largo de su vida de las experiencias que tuvo con nuestra especie, pero si algo seguro es que si se les da cariño y confianza son animales altamente agradecidos y cariñosos.
¿Por qué los perros son tan sociables?
Generalmente cuando llegamos a casa nuestro amigo peludo nos recibe con lametazos, moviendo la cola, dando saltos, etc… obviamente hay bastante diferencia con el recibimiento que te da un gato, los perros son animales hipersociables (unas razas mas que otras), este comportamiento se rememora hasta sus ancestros los lobos, animales que viven en grupos mas o menos estables, que colaboran entre ellos observando y sincronizando sus acciones. Los lobos lógicamente son mas solitarios y distantes pero ese carácter de grupo que poseen sumado a la consiguiente domesticalizacion convirtieron al perro en el mejor amigo del hombre, pero ¿pueden ser tan sociables con otros animales?. Quizás el mayor problema es que cada especie tiene unas pautas de comportamiento y comunicación diferentes que puede dar lugar a malas interpretaciones de señales, esto básicamente quiere decir que los perros se comunican mejor con los humanos que con sus compañeros felinos.
Consejos para la convivencia
El acercamiento
Siendo cachorros las dos especies no habría mayor problema ya están más abiertos a nuevas experiencias y suelen tener mayor capacidad para adaptarse a distintas situaciones. Si este no es el caso en la mayoría de ocasiones será necesario realizar una adaptación progresiva, que se podría llegar a extender durante semanas, la confianza es lo mas importante, no esta de mas una correa para evitar sustos, hay que dejar que se huelan el uno al otro de forma natural sin obligarles ya que podría generar un estrés innecesario, en los primeros días no los dejes solos, poco a poco con el paso del tiempo se irán acostumbrando el uno al otro.
Alimentación
Las peleas por las comidas suelen ser lo mas habitual, en este caso lo mejor es disponer el alimento para nuestro gato en un lugar elevado pero accesible y cómodo para el ya que los perros suelen ser muy glotones y es fácil que se coman la comida de su herman@ felino, también suele ser recomendable servir la comida primero a la mascota que lleva mas tiempo en la casa para que no se sienta desplazada.
Accesorios y juguetes
Cada uno debe tener su propio espacio, los gatos suelen tener pautas y necesidades que los perros no, es importante que su zona de confort no se vea muy alterada ya que podría estresarse, con los juguetes es diferente, lo mejor es disponer de ellos ya que los perros suelen incitar a jugar con ellos generando confianza entre ambas especies.
Evitar los celos
Los dos son animales domésticos pero el perro suele ser el que tiene un mayor acercamiento con el humano y eso puede provocarle celos si se siente desplazado, no se debe descuidar ni a uno ni al otro, aun que sean de distinta especie, se puede decir que son herman@s y deben sentirse como tal, miembros de la misma manada, en definitiva, una familia.
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